Cada vez existen en la red mas aplicaciones web y cada vez con mas funcionalidades con las que se puede llevar a cabo distintos trabajos, algunas de estas aplicaciones vienen a realizar las mismas funciones que tradicionalmente se han realizado desde aplicaciones de escritorio.
Esta claro que en la actualidad las aplicaciones de escritorio ganan por goleada frente a las aplicaciones web en cuanto a funcionalidad, usabilidad y disponibilidad pero es de esperar que las aplicaciones web vayan mejorando con el tiempo y se acerquen a las de escritorio.
La principal ventaja de las aplicaciones web es que pueden accederse desde cualquier ordenador este donde este, que tenga conexión a internet y que los datos permanecen guardados en el servidor por lo que la perdida de estos datos no puede ocurrir tan fácilmente como podría ocurrir en un solo ordenador y de esta forma ahorrarnos el trabajo de tener que realizar copias de seguridad, bueno esto sería así si el que ofrece la aplicación web hace bien su trabajo. Otra ventaja importante es que la mayor parte del trabajo de la aplicación la hace el servidor y no el ordenador cliente de forma que el cliente no necesita tener un ordenador potente para poder realizar el trabajo.
Sin embargo las aplicaciones web también tienen unas importantes desventajas, el usuario en cierta manera pierde el control de los datos que maneja la aplicación y tiene que confiar en el buen hacer del que ofrece el servicio, en este aspecto la privacidad cuenta un gran papel, para confiar los datos que se manejan a otra empresa hay que confiar mucho, aparte de confiar en el propio servicio también los datos pasan por los intermediarios como el ISP que da acceso a internet y quizá pueda ser interceptado por terceros, bueno en este caso supongo que en teoría bastaría con que el servicio usara protocolos que cifren las conexiones para librar este problema.
Aparte de perder el control de los datos, también se pierde el control del propio programa en si que se ejecuta en el servidor y que no está al alcance del usuario saber como funciona y lo que hace o deja de hacer, en este aspecto se asemeja al software privativo. Otro aspecto importante es que para poder tener acceso a la aplicación web se necesita tener una conexión a internet permanente lo que no siempre se tiene o simplemente puede fallar la conexión a internet y se corta el acceso a las aplicaciones web, en definitiva se pone una capa más de complejidad al sistema que en algún momento puede fallar, esto también se puede solventar, por ejemplo Google ha diseñado google gears, con esta aplicación se puede ejecutar algunas de las aplicaciones web de Google en el propio ordenador sin conexión. Chrome el nuevo navegador de Google lleva integrado este sistema.
En definitiva reconociendo las virtudes que tienen, y mas que tendrán, las aplicaciones web yo personalmente sigo prefiriendo indiscutiblemente las aplicaciones de escritorio y la principal razón es que prefiero tener los datos bajo mi control y poder manejarlos aunque no se disponga de conexión a internet. Aunque también es cierto que uso algunas aplicaciones web pero no aplicaciones web que sustituyen a aplicaciones de escritorio.